La socialización de los gatos
Los primeros meses de vida de nuestro gato serán fundamentales en el desarrollo de su vida. Durante este período se fijará su carácter, sus pautas de comportamiento y se establecerá su relación con el resto de especies animales y con nosotros. Por todos estos motivos, es fundamental prestar mucha atención a las primeras semanas de su vida.
A la hora de asumir la responsabilidad de adquirir una mascota, además de los cuidados higiénicos y de la vacunación, tenemos que asegurarnos de poder ofrecerle un entorno adecuado para convertirse en un ejemplar sociable. El comportamiento del gato se basa en tres pilares: el aprendizaje, la educación de la madre y la socialización.
Los estudios realizados sobre comportamiento felino demuestran que parte del desarrollo psicomotor comienza antes de nacer y tiene un importante componente genético, sobre todo en lo que respecta a la socialización con el hombre. Sin embargo, es esencial la educación durante los seis primeros meses de edad.
En esta etapa el aprendizaje comprende todo lo que los dueños le enseñen, desde limitarle el acceso a la mesa, hasta el uso de la bandeja sanitaria. La madre será quien le enseñe el aseo, a cazar, a relacionarse con sus hermanos y otras conductas instintivas. Si ella es una gata doméstica también le enseñará a no temer a las personas. Este fenómeno es precoz y resulta fundamental para el buen desarrollo del gatito y para su equilibrio emocional.
Entre la segunda y séptima semana de vida se sientan las bases de su carácter. Durante este etapa es importante ofrecerle un medio con abundantes y variadas fuentes de estimulación que despierten su inteligencia. Es conveniente que el minino tenga acceso, aunque sea una hora al día, a juguetes tales como pequeñas pelotas, cajas de cartón, pedazos de madera para escalar y elementos grandes para poder esconderse dentro de ellos. También es bueno un ambiente con variación de sonidos (televisión, juegos, gritos de niños y música, entre otros). El objetivo de esta estimulación es favorecer un desarrollo armonioso del comportamiento del gato y permitirle que se adapte a todas las circunstancias. Los ejemplares educados de esta manera tienen una conducta exploratoria muy marcada.
El contacto y los juegos entre gatos son fundamentales para su desarrollo, así como la relación con miembros de otras especies como perros, conejos, hombres, etc. La naturaleza y la fuerza del apego que se creará entre el propietario y su mascota dependerá mucho de esta socialización entre especies. Lo más aconsejable es que distintas personas le manipulen y hablen a diario durante este período, para contribuir a que nuestro gato tenga un buen carácter. Si se quiere lograr que el gatito se apegue a un solo amo, entonces deberá tomar contacto sólo con una o dos personas.
El gato llega a casa
Los primeros días serán un poco estresantes para el animal, ten en cuenta que extrañará su nuevo hábitat, pero siguiendo unos sencillos consejos todo será más fácil para él.
– Ten preparado todo lo necesario como comida, platitos, bandeja sanitaria.
– El gatito llegará muy asustado, ponlo en una habitación tranquila con todo lo necesario y deja que él se anime a explorar su nuevo entorno.
– Ten mucho cuidado con las escapadas los primeros días, podría perderse. Así que cierra ventanas y balcones y controla todos los posibles accesos al exterior.
– Después de unos días cuando el gato esté más calmado, es conveniente acercarlo a nuestro veterinario, para que lo examine y acuerde un plan de desparasitación y vacunación.
– Cuando ya esté familiarizado con la casa y con nosotros podemos plantearnos empezar a educarlo, para que sepa que es lo que puede hacer y lo que no. Bastará con hacer un ruido fuerte o decir en tono firme ¡No! Cuando haga algo que no debe. Son muy inteligentes y enseguida lo entenderán, lo que nunca debemos hacer es gritar o pegar al gatito.
– El periodo de adaptación puede durar más o menos según el carácter del gato, unos en pocas horas estarán como en su casa, a otros les costará un poco más. Lo importante es tener paciencia y ser constantes, en poco tiempo el gatito se convertirá en un miembro más de la familia.